Ya nos quedan unas horas para despegar. Aquí estamos en el Merado de San Antón poniéndonos las botas, para después ir a La Posada a bailar pajaritos....
Una vez bien cenados o cebados ( según se mire ) nos dirigimos a la casa de los Oliva a comer, por sí había sido poco, una tarta hecha por Rosita y unos helados hechos por Frigo. Poco a poco los cuerpos se van acoplando en los sofás y se va apagando la idea de salir, por lo que la única salida de esta noche es a pasear a Layla y a Shiva.
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